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Ventajas

Las ventajas del uso de la biomasa en sustitución de los actuales combustibles fósiles son muchas y con un valor añadido muy importante pero difícil de evaluar económicamente:

  1. Medioedioambientales:

    • Balance neutro en emisiones de CO2. Realizada en las condiciones adecuadas, la combustión de biomasa produce agua y CO2, pero la cantidad emitida de este gas (principal responsable del efecto invernadero), fue captada previamente por las plantas durante su crecimiento. Es decir, el CO2 de la biomasa viva forma parte de un flujo de circulación natural entre la atmósfera y la vegetación, por lo que no supone un incremento del gas en la atmósfera (siempre que la vegetación se renueve a la misma velocidad que se degrada).
      Según datos del PER, en el año 2010, con un incremento de la potencia eléctrica con biomasa de 1.695 MW y un incremento en la energía primaria procedente de biomasa térmica de 582,5 ktep, las emisiones evitadas de CO2 superarían los nueve millones de toneladas. Por otro lado, todas las nuevas plantas cuya actividad principal sea el aprovechamiento energético o la manipulación y transformación de la biomasa deben presentar un estudio de impacto ambiental en el que, entre otras cuestiones, se constate las características del entorno en el que se va a ubicar, el análisis del proyecto, la previsión de las alteraciones y las medidas correctoras, los impactos residuales y el plan de vigilancia.
      Se muestran en la tabla a continuación las emisiones de CO2 para algunos métodos de generación de energía:
      MÉTODO DE GENERACIÓN DE ENERGÍA EMISIONES DE CO2 (g-C/Mcal)
      CARBÓN 103,8
      PETRÓLEO 76,9
      GNL 59,5
      BIOMASA 91,0>0

    • Emisiones reducidas de contaminantes como CO, HC y NOX.
    • Ausencia de emisiones sulfuradas o nitrogenadas, y de partículas sólidas, altamente contaminantes. La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con el óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida. Al disminuir estas, gracias al uso de la biomasa, contribuimos a disminuir este factor desencadenante del cambio climático.
    • Reducción del mantenimiento y de los peligros derivados del escape de gases tóxicos y combustibles en las casas. Las personas expuestas al monóxido de carbono y otros gases tóxicos, pueden fallecer súbitamente sin sentir síntomas, sencillamente porque el primero de ellos es una somnolencia, y de hecho cada año mueren cientos de personas por esta causa, así como por explosiones provocadas por estos escapes. La reducción del riesgo de estos peligros, nos proporciona una tranquilidad ,siendo este otro factor más para apostar por la biomasa.
    • Contribuye de manera significativa a reducir los incendios forestales. El progresivo abandono de las actividades agrosilvopastorales que se ha producido en la última mitad del siglo XX debido al éxodo rural ha provocado un incremento de la biomasa en los ecosistemas que los hace fácilmente combustibles. Parte de esta biomasa puede utilizarse para la generación de energía, volviéndose esta rentable y reduciendo el riesgo de incendios forestales.
    • Aumenta el control de las plagas. El abandono de residuos forestales en el monte puede favorecer la aparición de plagas que verían limitada su actividad patógena con el aprovechamiento energético de los mismos.
    • Previene la degradación y erosión, así como la deforestación y aumenta la retención de agua. La erosión se produce por dos mecanismos. El primero es por el impacto directo de la gota de lluvia sobre la superficie del suelo, que produce la destrucción de los agregados ó terrones del suelo cuando éste está desnudo y el segundo mecanismo es cuando el agua escurre sobre la superficie del suelo debido a la pendiente y arrastra partículas del mismo, materia orgánica y nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, entre otros.
      Para prevenir la erosión se debe mantener un buen nivel de materia orgánica, asegurando una buena estructura y aumentando la resistencia del suelo a dicha erosión. Además el suelo debe estar protegido por una cubierta vegetal que impida el impacto de la lluvia y que controle el escurrimiento del agua.
      El aprovechamiento de biomasa sin explotar y el establecimiento de plantaciones y cultivos energéticos, herbáceos o leñosos, puede paliar el problema de la erosión así como el de la desertización que se está produciendo en el sur de Europa. Por otro lado, las tierras deforestadas se pueden rehabilitar como plantaciones bioenergéticas.

    • Los cultivos energéticos pueden ser hábitat de todo tipo de vida silvestre, potenciando la capacidad de refugio para distintas especies y sirviendo de complemento como elemento diversificador del hábitat para otros tipos de ecosistemas.

  2. Socioeconómicas:

    • Una parte de la biomasa procede de residuos (agrícolas, industria maderera, papelera,…) que es necesario eliminar, su aprovechamiento energético supone convertir un residuo en un recurso.
    • Permite la reutilización de tierras de retirada y la introducción de cultivos de gran valor rotacional frente a los monocultivos cerealistas.
    • El precio de la biomasa es menor que el de los combustibles fósiles, lo que supone un gran ahorro y una rápida amortización. A más a más, tiene un potencial económico significativo frente al incremento del precio de los combustibles fósiles.
    • La biomasa se crea localmente, lo cual contribuye a crear nuevos puestos de trabajo. Permitiendo, en general, un incremento de la actividad agrícola y económica. A lo largo de la Historia de la Humanidad, la aparición de los núcleos rurales, en primer lugar, y posteriormente de las grandes urbes ha estado asociada a las actividades productivas y mercantiles de las distintas regiones. Cuanto mayor fuera esta actividad, mayor sería el núcleo de población. De forma inversa, durante estos últimos años la mejora de las técnicas de producción en el sector agroforestal ha disminuido las necesidades de una población estable, cercana a las áreas de producción. La disminución de los precios de muchos productos rurales ha provocado un descenso en los ingresos de este sector, quedando en muchos casos como empleo marginal. El fomento de la producción de biomasa para uso energético permite el desarrollo de una nueva actividad en las áreas rurales, sobre la base de un mercado con una demanda continua y sin
      fluctuaciones, que genera puestos de trabajo estables, bien remunerados y supone una nueva fuente de ingresos para las industrias locales. De acuerdo con lo expuesto por el Comité de las Regiones en su dictamen sobre el Libro Blanco de las Energías Renovables, a igual potencia instalada se crean hasta cinco veces más puestos de trabajo con energías renovables que con combustibles convencionales. Esta oferta de empleo permite fijar la población en los núcleos rurales evitando algunos de los problemas sociales derivados de la migración hacia las grandes ciudades, como son el abandono de las actividades del mundo rural, el abandono de nuestros pueblos y la aparición de zonas marginales y desempleo en las grandes ciudades. El aumento de ingresos de las industrias locales y el aumento de la población dan lugar a la aparición de nuevas infraestructuras y servicios en áreas rurales, como son las carreteras, los centros hospitalarios y educativos, y los servicios a la población en general. Esta sinergia aumenta aún más el empleo y la calidad de vida en los núcleos rurales. Por otro lado, la aparición de una segunda fuente de ingresos en las industrias agrícolas y forestales, a través de la venta de sus residuos para la generación de energía, equilibra las fluctuaciones de los mercados de los productos principales de las citadas industrias, dando una mayor seguridad a empresarios y empleados. Desde el punto de vista de los agricultores, la posibilidad de dedicar parte de sus terrenos a prácticas distintas de las tradicionales (alimentación humana o animal, sector del papel, del mueble, etc.) supone un equilibrio en sus ingresos anuales a través de un mercado más amplio para sus productos. En definitiva, se incentiva el desarrollo rural al poner en valor tierras yermas o nuevas áreas agrícolas en las que se pueden implantar cultivos energéticos. El desarrollo efectivo de la biomasa, tanto en el sector doméstico como en el industrial, puede dar lugar, durante el período de vigencia del Plan de Energías Renovables (2005-2010), a la aparición de 57.000 puestos de trabajo de carácter anual.
    • Disminuye la dependencia externa del abastecimiento de combustibles. La independencia de las fluctuaciones de los precios de los combustibles provenientes del exterior, es una de las bazas macroeconómicas más sobresalientes de la energía procedente de la biomasa. Concretamente en países subdesarrollados la utilización de la biomasa puede ayudar a la reducción de la deuda externa de los mismos, debido fundamentalmente a la disminución del gasto energético en la balanza comercial, al ser una fuente de energía presente en todos los países.
      Tanto el uso de biomasa en calefacciones de viviendas unifamiliares, como en calefacciones centralizadas de edificios o en redes de calefacción centralizadas son alternativas viables al consumo de gas natural y otros combustibles fósiles, como el gasóleo de calefacción, que pueden verse favorecidas y ampliadas si se desarrollan normas que promuevan e incentiven su implantación a nivel local, regional y nacional. En la misma situación se encuentran las centrales de producción eléctrica específicas de biomasa, las de co-combustión y las instalaciones industriales alimentadas con biomasa. Cualquier medida que incentive y ayude estos procesos conllevará una mayor producción y un incremento de la contribución de las energías renovables. Actualmente la mayoría de las aplicaciones térmicas en edificios o redes centralizadas con biomasa generan un ahorro, derivado del consumo de energía, superior al 10% respecto a uso de combustibles fósiles, pudiendo alcanzar niveles aún mayores según el tipo de biomasa, la localidad y el combustible fósil sustituido.
    • Abre oportunidades de negocio a la industria, favorece la investigación y el desarrollo tecnológicos, e incrementa la competitividad comercial de los productos.
    • Como ha ocurrido con la eólica y la solar, la implantación de la biomasa en determinados territorios facilita también el desarrollo de experiencias y proyectos de educación ambiental en los que se intenta resaltar la importancia de esta fuente energética. En este mismo ámbito se inscriben experiencias de visitas escolares y de vecinos a las plantas de biomasa para enseñar y demostrar sus ventajas ambientales, energéticas y sociales.
      En definitiva:
      BIOMASA COMBUSTIBLES FÓSILES
      ES ABUNDANTE DISMINUCIÓN DE EXISTENCIAS
      PRECIOS COMPETITIVOS Y ESTABLES CONSTANTE INCREMENTO DE LOS PRECIOS
      "CERCA DE CASA" VIENE DEL EXTRANJERO
      GENERA PUESTOS DE TRABAJO LOCALES EL BENEFICIO VA HACIA EL EXTERIOR
      ENRIQUECIMIENTO LOCAL ENDEUDAMIENTO LOCAL
      ES LIMPIA Y MODERNA MALOS OLORES Y RIESGO DE EXPLOSIONES
      CASI NULAS EMISIONES DE GASES NOCIVOS ALTAS EMISIONES DE GASES NOCIVOS
      CO2 Y CO NEUTROS ALTAS EMISIONES DE CO2 Y CO


Sin embargo, pese a todas estas ventajas es muy importante tener en cuenta que la consideración de renovable de la energía de la biomasa requiere que no se consuma más de la que se regenera, ni más de la necesaria para mantener las condiciones de la vida, que su aprovechamiento por combustión no produzca daños medioambientales, y que se apliquen preferentemente los conceptos de reducción, reciclaje y reutilización.

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