HOME › Orígenes de la Gasificación

Orígenes de la Gasificación

La gasificación se ha estado utilizando desde hace más de doscientos años y fue excesivamente utilizada para la producción de gas de ciudad desde finales del siglo XIX y durante el siglo XX. Aunque estas aplicaciones prácticamente han desaparecido y han ido apareciendo otras nuevas, de forma que la gasificación sigue jugando un papel importante como tecnología comercial. Desde sus inicios, se han introducido sustanciales mejoras, convirtiéndola en una tecnología económicamente más competitiva, térmicamente más eficiente y más respetuosa con el medio ambiente.

Los primeros gasificadores de carbón fueron construidos en Alemania por en 1839. Estos se utilizaban principalmente para proporcionar combustibles a hornos para la industria metalúrgica y siderúrgica pesada. El desarrollo de equipos para la limpieza y enfriamiento de gas, 1881, extendió el uso de gasificadores a hornos pequeños y motores de combustión interna. A principios del s.XX, la tecnología de los gasificadores había avanzado hasta tal punto que podían gasificarse cualquier tipo de residuos lignocelulósicos, como hueso de aceituna, paja y cáscaras de nueces. Estos primeros motores se utilizaron principalmente para proporcionar combustible a motores de combustión interna fijos para la molineda y otros usos agrícolas. También a principios del siglo XX se desarrollaron los gasificadores portátiles. Se usaban en barcos, automóviles, camiones y tractores.
El verdadero impulso para el desarrollo de la tecnología de los gasificadores fue la escasez de gasolina durante la Segunda Guerra Mundial, que provocó que el 95% de los automóviles (tractores, coches, camiones, barcos, etc.) funcionaran gracias a los gasógenos, que empleaban madera o carbón como combustible de gasificación, para generar un gas combustible que se quemaba limpiamente en un motor de gasolina estándar para producir energía mecánica.

Gasógeno incorporado a un tractor. Combustible: corteza de pino, residuo de aserradero (ver fig. 1 al margen derecho).

Después de la Segunda Guerra Mundial, la abundancia de gasolina y gasóleo relativamente baratos, condenó al olvido a la tecnología de los gasificadores para el uso en automoción.
La utilización de la gasificación para producción de gas ciudad o para la automoción prácticamente ha desaparecido en la medida que otras fuentes de energía, como el petróleo o el gas natural, han satisfecho esta demanda de forma más ventajosa y económica.
No obstante, la aparición de regulaciones medioambientales cada vez más restrictivas, junto con las presiones y oportunidades para el uso eficiente de fuentes energéticas de bajo coste han despertado de nuevo el interés por esta tecnología, especialmente como un medio de utilizar combustibles de biomasa, en vez de combustibles de petróleo importados, en países en desarrollo.

Recomienda esta página